viernes, 10 de junio de 2011

Amaneció el cielo de verde esperanza

Si en mentiras perfectas y henchidas

y con miedo nutriendo a los cuervos

se han erguido montañas podridas,

hoy el tiempo parió nuevos vientos

que soplan verdades antaño calladas

devolviendo a la vida su aliento

y no habrá ya plegarias cansinas

que anulen al hombre viviendo ese encuentro.



Si en hogares desiertos de vida

por la mano del rico avariento

han nacido semillas humildes

mil fragancias de sus flores esparciendo

arraigando en las cuatro estaciones

imparables en su afán van floreciendo.

¡Que alegre se mece en el aire!

La sonrisa de un niño amado y contento.



Sean las llamas que clamen el agua

sean las llagas de falsas falacias

las que cierren heridas y limpien

la miseria que hay en lamer arrogancias,

hoy el mundo ha girado y ha vuelto

al Ser noble, valiente y derecho

ha visto claro el camino y despierta

con fuerza aplastando los muros del cielo.-



Que libre se abre brillante y proclama

¡Se acabó el tiempo de los sembradores de vientos!

que de tanto crear tempestades y alarmas

dejaron la gran ilusión cual portento,

ya es tiempo de alzar lo sembrado,

que el cuervo se coma tan solo a otros cuervos,

de apartar y olvidar y pisar el pasado,

disfrutar despertados la magia de los sueños.



Ya no hay tanta sal en el agua,

Ya no hay tanta escarcha de invierno,

Solo queda en la mente gozosa

La nueva certeza de ver algo nuevo,

y una fuerza que emerge imparable

en la fibra misma del pensamiento

¡son las ansias de andar por el mundo

con nuevas virtudes inflando los pechos!


MARINA SANCHEZ

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